La
experiencia que se va adquiriendo a lo largo de la vida nos enriquece
y nos ayuda a ir tomando decisiones a lo largo de la misma. Este
refrán refleja esta parte de verdad, y es muy utilizado sobre todo
cuando una persona con más experiencia, o más mayor que otra, se
dirige hacia algún aspecto de su vida. Pero debemos hacer un punto
de inflexión y pensar esta cuestión detenidamente porque aunque la
experiencia es algo que se adquiere con los años, también es cierto
que podemos dirigir nuestra vida a y valernos de ella para corroborar
una línea de pensamiento. Hemos de tener en cuenta que dirigimos
nuestra vida en base a lo que pensamos acerca de diferentes
cuestiones, y si pedimos un consejo, podemos llegar a estropear lo
que vayamos a iniciar, porque la experiencia es para cada cual
diferente. En cada persona hay una historia de deseos jugando en la
vida y sólo con una escucha diferente puede romperse esa repetición
y reconstruir, transformar esa historia. Además, cuando se pide
consejo¿no se escoge siempre lo que más se adecúa a lo que
realmente pensábamos? Es muy importante analizar la situación y ver
qué nos sucede con determinadas cuestiones, cuál es nuestra
historia de deseos. Para ello existen los profesionales, en los que
más allá de las opiniones personales y pensamientos que arrastran
una ideología familiar o del Estado, se basan en hechos objetivos,
en la ciencia. Porque para construir una casa, no habremos de
preguntar al más anciano del lugar, sino a una persona que sea
realmente un profesional en la materia que nos pueda ayudar a tomar
las decisiones adecuadas, a construir con los cimientos adecuados.
Laura
López psicóloga-psicoanalista
lauralopez@psicoanalistaenmalaga.com
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