Hay relaciones (tanto de pareja,como de amistad,en lo laboral...) que están sujetas a un vaivén de esta polaridad: no se puede pasar sin esa persona pero tampoco se puede estar con ella. Esto ocurre porque tras ese odio hay amor o deseos que no son reconocidos y se manifiestan de esa forma, de manera que se disfraza el verdadero sentido. El amor y el odio son caras de la misma moneda. Si una persona no se puede separar de otra aun inflingiéndole un daño, tras ese daño hay un goce masoquista que es intolerable, irreconocible para la conciencia y entonces la moral hace odiar a esa persona que tanto hace gozar a la vez de esa forma tan insana. Hasta del peor enemigo, con los ojos vendados, se puede gozar. Si no se analiza, no se resuelve esa cuestión con el goce, las relaciones se sostendrán y se consentirán de esta manera, porque obedecen a la satisfacción de ciertos deseos inconscientes.Lo que es error para la conciencia, es acierto para el inconsciente.
Laura López, psicóloga-psicoanalista www.psicoanalistaenmalaga.com
Telf: 610865355
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